A Nina Iluminada

Eres  luz

Tu brillo no era de este mundo. Tu luz era tan brillante que encandilaba este plano terrenal, y tenía que estar en un plano más elevado. Hoy te volviste luz y te elevaste por encima de todos nosotros. Ahora desde otro lugar que no podemos ver nos vigilas e iluminas nuestros caminos.

Por 26 días llenaste mi vida de alegría. Aunque nunca pude sostenerte entre mis brazos sino hasta el último momento, cada día que te conocí, que te ví, que te hablé, que sostuve tu mano, que te canté, que masejeé tus pies, que te puse crema, que acaricié tu hermoso cabello, fue un día hermoso porque pude compartirlo contigo.

Dicen que Dios sabe porque hace las cosas. Yo no sé si eso sea verdad, y en cierta forma me reúso a pensar que ese Dios misericordioso del que hablan los cristianos pueda permitir que un pequeño ser como tu sufra y pase por lo que pasaste.

Pero sí sé que en el corto tiempo que pasamos juntas me enseñaste y me mostraste muchísimo. Me enseñaste a resolver a pesar del dolor físico. A centrarme en lo que tengo que hacer a pesar de las circunstancias y mis sentimientos. A ser agresiva cuando toca y dócil cuando corresponde. A conocer zonas que no tengo ni idea contal de conseguirte lo que necesitaras. A tragarme el dolor para ir a verte y darte energía positiva para que siguieras adelante. A guerrear contra viento y marea para que estuvieras bien. Me enseñaste a no decaer, a confiar en mi, pero por sobre todas las cosas me enseñaste que cuando el amor es así de grande no importa si dura 26 días o 50 años, amor es amor y nunca, nunca termina.

Me mostraste lo bondadoso que puede ser el ser humano aún en un mundo dominado por el ego y el individualismo. Me mostraste lo que es la verdadera solidaridad, aún de gente desconocida. Me mostraste que aún hay gente buena y desinteresada en este mundo, que ayuda a quien no conoce porque no cree en el amiguismo sino en la colaboración sincera. Me mostraste a verdaderos y verdaderas revolucionarias, me mostraste el verdadero socialismo, ese que viene del alma y el corazón más que de los bolsillos y los cerebros. Me mostraste que aún en circunstancias adversas podemos vencer y conquistar así sean muy pequeñas victorias. Pero por sobre todas las cosas me mostraste lo que de verdad significa el amor,  que aunque tenga una prognosis horrible y corta la sobrepasa y se mantiene.

Y me diste muchísimo. Me diste una razón para luchar a diario. Me diste ánimos para seguir cada vez que abriste tus hermosos ojos y me miraste. Me diste esperanza, aún cuando a diario me decían que no la tuviera. Me diste amor, cada vez que tu pequeña mano apretó mi dedo. Me diste risas cada vez que te hice cosquillas en los pies y los movías con un reflejo. Me diste energía con cada visita y con cada pequeña mejoría que conquistaste. Pero por sobre todas las cosas me diste alegría, porque cada día que pasé a tu lado, cada visita, cada mirada, cada toque, cada caricia de tu cuerpo fueron alegría pura, alegría bendita, alegría bonita y llena de luz. Alegría verdadera y tan plena como la luna llena.

Y fuiste tan sabia que en tu corta existencia sabías qué tenías que hacer. Fuiste tan especial que aún con tu partida me llenaste de regalos. Le dejaste a Moisés mágica leche de calostro que lo volvió más fuerte y sano y me lo llenó de energía. Le dejaste a tanta gente hermosa que nos ayudó contigo la maravillosa sensación de sentirse útil y solidario. Le dejaste a los médicos y enfermeras del hospital una lección de lo que es ser una bebé valiente que supera hasta los peores pronósticos. Le dejaste a tu papá la enorme alegría de conocerte y amarte. Pero por sobre todas las cosas me dejaste verte, conocerte, amarte, sentirte y acompañarte en tu corto pero maravilloso camino.

Gracias hija, gracias por dejarme conocerte. No olvidaré nunca la primera vez que te vi cuando saliste de mi, ni tu primer llanto que aún resuena en mi cerebro como si fuera hace minutos que te di a luz. Gracias hija, gracias por mostrarme que el amor no muere aunque los cuerpos sí lo hagan. Gracias hija, gracias por llenar mis senos con mágica leche que aunque tú no pudiste tomar llenaron a tu hermano Moisés de energía, de tu energía de amor, porque en esa leche estás tú, y ahora que Moisés la toma, eres tú, es tu energía en él.

Para los doctores fuiste un caso, una paciente, para mi un universo entero, para mi la gloria, la vida, el amor, la luz, la alegría, el chance, la felicidad absoluta. Cada día que tuve la suerte de verte son días que jamás olvidaré. Sólo hoy que dejaste este plano pude sostenerte, pero aunque ya tu alma había abandonado tu cuerpo fue evidente cómo estabas llena de luz. Fue evidente cuando te tomé entre mis brazos que la luz que irradias, porque no se va tu luz sólo porque tu cuerpo estuviera frío, fue evidente, que eras, eres, serás por siempre puritito amor.

Tu no eras para este planeta. Tu energía, tu amor, tu luz, tu aura, es tan fuerte, tan brillante, que encandila este plano terrenal. Tu alma tan grande que ya no cabía en tu cuerpo y tuvo que hacerse estrella, luna, sol, cielo, universo entero, y desde allá, desde ese otro plano que no sabremos dónde está hasta que lleguemos allí, nos iluminas a todos los que de una u otra manera tuvimos la suerte de saber de tu existencia. Y a partir de hoy, cada vez que vea la plena luna llena, cada vez que una luz me encandile, cada vez que sienta el calor del sol llenar mi cuerpo de su energía, sabré que eres tú, amándome, llenándome de tu energía, de tu amor, de tu aura, de tu luz.


Cuando naciste, eras luz. Hoy que tu cuerpo decidió partir, más que nunca eres luz. Eres una Iluminada que iluminas mi vida y la de tu papá cada día. Gracias por venir a mi lado, por dejarme conocerte, por mostrarme que el mundo está lleno de ángeles y de luz. Te amaré infinitamente y por siempre, y donde vaya me sentiré Iluminada por tu amor. Dios te bendiga hija, nunca olvides, donde quiera que estés, que mamá estará siempre sosteniendo tu mano.

Comentarios

  1. Te abrazo desde el alma...infinitas gracias por este aprendizaje.

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  2. hermosa hermana, llenaste de conmoción mi alma en este momento, lo lamento mucho, mucho! gracias a ti por recordarnos lo valioso q somos en este plano 26 días o 50 años. te envio un fuerte abrazo

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