Salvando la plastilina

  

Para mi siempre ha sido importante que mi hijo realice actividades creativas y entretenidas, al mismo tiempo que sensoriales. Esto le permite explorar la creatividad, la motoridad, las sensaciones como frío, caliente, grumos, etc…

Es por eso que con Moisés siempre pintamos, esculpimos con plastilina, armamos con bloques, hacemos figuras de papel, etc… En este sentido debo decir que me encanta la plastilina tipo play doh. Es muy suave, tiene un olor agradable, se mantiene en el tiempo, y a Moisés le gustó mucho, tanto, que cuando le doy plastilina puede dejar cualquier cosa que esté haciendo y dedicarse a esculpir. Desde muñecos hasta formas y números la plastilina es una excelente herramienta para el aprendizaje. Hoy quiero compartir contigo un truco que aprendí para cuando se pone dura, que si tienes niños pequeños (o de cualquier tamaño a decir verdad) pasará mucho, porque la dejan regada por ahí y se olvida.



Lo primero que debes hacer es separarla por colores. Yo trabajo un color por vez. Primero arreglo uno, cuando ya está pongo el otro y así. Luego picas la plastilina en pedazos, lo más pequeños que se pueda y los pones dentro de una bolsa plástica, preferiblemente una tipo ziplock.


Le echas agua a la bolsa. Suficiente para que todos los pedacitos se humedezcan y queden un poquito enchumbados. Eso sí, sólo un poco, porque sino se sobre ablanda y no hay como volverla a endurecer.

Cierras la bolsa y la doblas. La metes dentro de la nevera, en el centro o en la gaveta de las verduras. Que le de frío pero sin que se enfríe demasiado.


Ahora paciencia. A dejarla dentro de la nevera al menos 3 días. Puedes ir abriendo y mirando como va, o simplemente palpando la bolsa. Irás viendo como la plastilina se pone más y más blanda, pues está absorbiendo el agua.


Después de unos días, listo! Saca la plastilina, une los pequeños pedazos entre sí y amasa hasta que toda se integre. Seguramente aún tendrá algunos grumos, amasa y trata de deshacerlos lo más que puedas hasta que quedes satisfecha con la textura de tu plastilina.

  

Para conservarla lo único que debes hacer es guardarla dentro de una bolsa siplock o un vaso con tapa. El aire es lo que más endurece la plastilina así que trata que no le entre mucho aire. Y la próxima vez cuando veas que ya se está poniendo dura la plastilina, adelántate a los hechos y huméctala rociándola con un poco de agua y amasando.



Esta técnica es infalible! Eso sí, para las plastilinas tipo play doh. Para la plastilina convencional no sabría si es igual. Así en vez de gastar en comprar las mismas plastilinas una y otra vez puedes ahorrar y usar ese dinero para otra cosa. Si tu peke no es tan peke puedes enseñarle a hacerlo él mismo y así de paso aprenderá la importancia y satisfacción de resolver sus propios problemas.


A jugar se ha dicho!

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