Esos pequeños demonios manipuladores


Hoy en día puedes leer en muchos lugares, revistas, internet, libros, acerca de la crianza con apego. Este tipo de paternidad/maternidad que algunos y algunas practicamos hoy en día también se conoce como “crianza respetuosa”. Su nombre es muy certero, y estoy de acuerdo con ambos términos, pues ciertamente los padres y madres somos apegados y respetuosos con nuestros pekes. Pero a mi en particular me gusta llamarle “crianza instintiva”, pues siento que es una manera de crianza que está íntimamente relacionada con el instinto, pero con el verdadero instinto, el inherente a nosotros, el intrínseco, con el que llegamos a este planeta hace miles de generaciones, desde que aquella mujer en África nos dio a luz a todos nosotros.

Si nos basamos en términos, en maneras de usar el lenguaje, aquellas personas como yo, que nos consideramos revolucionarias, fuera del molde establecido, podemos discutir eternamente sobre el significado literal de las palabras, el uso que les damos hoy, y el uso que los poderosos nos han inculcado que significan las cosas y que hoy en día son casi religiosos para nosotros. En una discusión (y por discusión me refiero a debate, no a pelea –ven como es facilísimo darle más de un significado a una misma palabra?) hace años sobre la libertad, la justicia, y otro poco de cosas más, me salió escribir algo sobre esos términos, sobre en el para qué se usan ahora y lo que en realidad significan, literalmente y también a nivel del corazón (observa "Libertad" e "Igualdad y Justicia"). Hoy me encuentro en la misma situación. Hablando con gente sobre cómo creemos deben ser criados los niños salió, como era de esperarse, el término “manipuladores”.

Los niños son manipuladores desde chiquiticos, -me decía una señora-. Tú le haces mucho caso, entonces te estresas. Si lo ves llorar, déjalo que llore! No le va a pasar nada por eso.

Lo que en principio empezó como un intercambio de opiniones, que luego se fue haciendo debate, me hizo darme cuenta de algo. Primero, que es difícil, por no decir imposible, cambiar la mentalidad de las personas que, a falta de una mejor nomenclatura, les diré “vieja escuela”. Segundo, que en muchas personas ya es normal definir a los niños como “manipuladores” de primera mano. Tercero, que seguimos bajo el patrón sistémico de que está bien sufrir, que sufrir nos hará fuertes y mejores personas, y que consolar a otros los hará débiles y tontos.

Empezando por lo último, yo como revolucionaria debo decir que para mi es importante, es más, es fundamental, criar a mi hijo según mis creencias filosóficas. En ese sentido, es evidente para mi que si se quiere cambiar el sistema debemos empezar por cambiar la manera en la criamos a nuestros hijos. A mi en lo particular eso me suena al discurso del poderoso que nos subyuga, eso de que sufrir nos hará fuertes, que hay que aguantarse y callar, que sólo los tontos se quejan. No es eso lo que el poderoso quiere? Que los del común nos aguantemos y sigamos? No es no quejarse ser una persona sumisa, contrario a lo que los revolucionarios creemos que debe ser el pueblo? Por ende, al asumir que hay que dejar a los niños llorar, que está bien sufrir, o ver al otro sufrir y no hacer nada, estamos repitiendo y propagando los métodos del poderoso que nos ha oprimido siempre. Estamos haciéndole el trabajo al sistema creando seres dóciles que pensarán que para qué quejarse si ni el ser que les trajo al mundo y que se supone se preocupa más que nadie por su bienestar no les presta atención.

Así que no, yo no creo en el cuento de que hay que hacerse el fuerte, del amor rudo y qué se yo que más “métodos” que con el perdón de la audiencia a mi no me suenan a más que a padres cómodos o que simplemente están repitiendo la manera en que los criaron.

En cuanto a esa opinión generalizada de que los niños son “manipuladores”, yo creo que sí pueden serlo. Sí es posible que los niños manipulen, usen, se aprovechen, etc. Pero yo creo que no es una condición inherente al ser humano, y aún si lo fuera, no sería más que un método de defensa ambiental ante un mundo cada vez más corrupto, egoísta, mentiroso y vil, así que sería culpa nuestra que nuestros niños fueran así. Y si no es una condición inherente sino adquirida (que es lo que yo pienso que el carácter "manipulador" de algunos niños es) igualmente es por culpa nuestra. Porque, qué es lo que ven los niños en nosotros? El ejemplo. Y si nosotros manipulamos, si nos valemos de recompensas o castigos, si usamos a los demás, si somos hipócritas, mentirosos, calculadores y demás, qué es lo que creemos que serán nuestros hijos? Personas sinceras, amables, solidarias y relajadas? No, serán exactamente como nos ven a nosotros ser, porque los niños, más que de las palabras, aprenden de las acciones que ven. De nada te sirve decirle a tu hijo que no mienta si te ve mentir a diestra y siniestra, sobre todo si no ve consecuencias negativas en tus mentiras. Creerá que mentir está bien, es más, que es lo mejor que puede hacer, después de todo, su ejemplo de vida, su modelo a seguir, miente y no le pasa nada…

Si yo quiero que mi hijo sea agricultor y que aprecie la naturaleza, nada hago criándolo en un apartamento de 50 metros cuadrados en una barriada donde no hay áreas verdes y los pedacitos de naturaleza que quedan la gente se dedica a usarla de basureros, o en una zona comercial donde lo que hay es cemento por todos lados… Quizá aún así sea agricultor, pero de en serio, las probabilidades son muy bajas no crees?

Entonces yo no voy a decir que no, que los niños no manipulan nunca, porque creo que sí lo hacen, pero creo que es  una respuesta a sus crianzas, al trato que les dan sus padres. Por ejemplo, una mamá que no le presta atención a su hijo o hija, puede esperar de éste que se porte mal, o que lastime a otros niños, o que robe, o que en la presencia de otra mamá se apegue mucho a ésta… y qué diremos? Qué mal niño, como trata a su mamá, como le da dolores de cabeza, lo hace puro para llamar la atención! Sí, es cierto, lo hace para llamar la atención, pero esto más que hablar del niño creo que habla de su mamá, que tiene un hijo o hija dispuesto a hacer lo que sea con tal que el ser más importante de su vida, su ídolo le preste atención. No soy religiosa, pero no dice la biblia que es más fácil mirar la paja en el ojo ajeno que en el propio? O algo así? El ego no nos deja ver, que nuestros pekes son un reflejo de nosotros, pero no egocéntricamente, sino en función de cómo les tratamos. Así que antes de llamar dramáticos o manipuladores a nuestros niños, pensemos en qué estamos haciendo mal nosotros.

Por otro lado, si sabemos que lo que traemos al mundo son pequeños demonios manipuladores, mentirosos, tremendos y demás, para qué los tenemos? Qué clase de masoquistas somos que conscientemente traemos al mudo semejantes seres que vienen a hacernos la vida de cuadritos? Yo creo que tenemos hijos porque creemos que será un hermoso período en nuestras vidas en el que formaremos al futuro de nuestro mundo, unos seres llenos de luz que podrían cambiar el curso de la historia. Bueno, yo sé que para eso tuve yo a los míos, e incluso la que decidió partir y estar conmigo en otra frecuencia cambió el mundo, el mío, el de su padre, el de mucha gente que tocó, y creo que es por eso que los tenemos.

Nunca cambiaré la mentalidad de nadie, al menos no a punta de palabras, críticas y debates (lo que no significa que no se deba hablar, criticar ni debatir, eso todo es muy necesario), ni lo pretendo tampoco. Mi meta en la vida con respecto a la crianza es hacer de mi hijo un excelente y sobre todo feliz ser humano. Es aprender con otros padres y madres como yo la labor edificante y sumamente difícil sobre todo en este sistema de criar a nuestros pekes de otra forma, y con respecto a los “vieja escuela” es mostrarle que mis hijos también pueden salir “bien buenos”, como dicen ellas y ellos. Es cierto, a mi, a mi hermana, a mis hermanos, nos dieron bastantes golpes de pequeños, bastante miedo que teníamos a mi mamá, bastantes miradas matadoras que nos echó nos hicieron “comportarnos” rapidito apenas la divisábamos, bastantes veces que con un solo grito nos ponían en nuestro sitio y a pedir cacao y salimos muy buenos muchachos, pero eso no significa que el maltrato, la coñaza y la gritería es un método probado de buena crianza, porque también hay bastante muchacho criado igual que hoy en día son piedreros, asesinos, violadores, ladrones y quién sabe que más. Así como hay niños “consentidos” de papi y mami a quien le satisfacían su más mínimo deseo, a quienes le consolaban al menor llanto y hoy en día son egoístas, manipuladores y demás. Pero también hay muchos otros que aprecian inmensamente estos momentos de su crecimiento y lo demuestran con amor y consideración hacia sus padres.


Así que por eso es que yo soy creyente de la crianza instintiva. No se trata de que se evite al niño todo llanto, pues los niños lloran por todo. Es la única manera en la que saben expresar sus frustraciones y dolor. Se trata de ser siempre el soporte que les diga que hay alguien que siempre querrá mitigar su sufrimiento, así a veces no lo logre. Que hay alguien que siempre quiere complacerles, aunque no siempre lo haga. Que hay alguien que siempre querrá prestarles atención, así no pueda hacerlo siempre. Claro que el niño tiene que llorar, claro que tiene que aprender a lidiar con el dolor, la decepción, el desengaño, la ira… pero claro que tenemos como padres amorosos que estar ahí para ellos, mostrarles que les amamos, que queremos que estén bien, que sean felices. Si somos así con nuestras parejas, cómo no serlo con nuestros pekes? Nos implantaron el no seguir nuestros instintos, pero si lo hacemos, veremos que tendremos niños que no manipulen, o que lo hagan muy poco, pues no tendrán situaciones en las que valerse de la manipulación, sabrán autorregularse, serán comprensivos, sinceros y empáticos. Es un trabajo duro, pero si queremos cambiar el sistema, tenemos que hacerlo.

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